Te doy la más cordial bienvenida a este pequeño espacio, en el que pretendo dar rienda suelta a la locura de la filosofía, la poesía, el arte, la música, la religión, la sociedad; en fin, a todo lo que Cassirer denominaría como el "universo simbólico del hombre". Muchas gracias por tu visita.

Las razones de la soltería

El tema resulta bastante apropiado tomando en cuenta que ya viene el 14 de febrero (fecha dichosa para algunas, fecha sumamente costosa para otros). Malamente le han atribuido a San Valentín el día, y como otras fechas (cfr. Navidad y Año nuevo) es propensa al consumismo y al derroche. El centro fundamental de dicha celebración es el regalo. Y se precisa que sea a la pareja o, en su defecto, al amigo, al hermano, a la mamá o al papá, al amante, al "amigo con derechos", al amigovio o a la mascota (incluso).

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Pero, ¿qué retorcida razón puede producir tan retorcida celebración? Todo se reduce a la ilusión del "amor de pareja". No hay nada más falso. El hecho es, como bien diría Sartre, que la pareja me impide ser, se apropia de mi libertad, me aliena. Al final, las relaciones tienden a la monotonía, al sin-sentido, al aburrimiento. Pero bueno, no escribo para hablar de las relaciones, sino de la soltería.

Podemos entender a la soltería de varios modos. Desde el punto de vista sexual, se identifica con la abstinencia. Desde las relaciones, es aquella persona que no responde a ningún tipo de pareja. Desde la lógica, el soltero es la persona no casada. Pero como aquí no nos gustan las cosas simples, vamos a cuestionar un poco: ¿en qué consiste estar soltero? Más bien, ¿qué es ser soltero?

Para mí, la soltería es más que un estado, es una vocación. Vocación que se cumple con esfuerzo, como todo, pero también con una gran resistencia al medio. Por "resistencia al medio" entiendo la resistencia, primero, a la soledad. Aunque con ella es más bien aceptación. El verdadero soltero es el que acepta a la soledad. Y luego, la sociedad, la mercadotecnia, la opinión. Es demasiada la publicidad y la defensa que se hace de las parejas. ¿Y nosotros qué? ¿Acaso no tenemos opinión? Pero el punto prinicipal, el meollo del asunto, la fuente, el fundamento, es que el soltero acuña un nuevo tipo de relación. No es la relación con otra persona, o con una cosa. Es el origen de la trascendencia: la relación con uno mismo.

Efectivamente, el soltero adquiere una mejor conciencia de quién es y cuál es su lugar en la sociedad, porque prescinde de la inútil búsqueda de la pareja. Sin embargo, también la soltería tiene requisitos, y posiblemente sean sus requisitos los que le den su carácter de elitista.

Posiblemente los únicos que logran la verdadera soltería son los que no quieren pertenecer a la masa, son los que quieren más. Los que cultivan el concepto de conciencia, que lo hacen suyo, se lo apropian, le llaman "esposa" a la soledad y "amante" a la conciencia.

Ahí está, se los dejo a su criterio. Feliz 13 de febrero, día del soltero.

Filosofía del dinero


El problema se centra en una vieja cuestión: el dinero como constituyente de la sociedad contemporánea. Dinero, capital, moneda, billete, varo, lana, pasta, plata, money, cash, luz, morlacos, quinto, etc. Nombres que designan una única realidad: la sociedad capitalista. Hemos construido nuestro sistema económico con base en el valor del objeto adquirido, que tiene su representación en el billete (de papel o plástico) o en la moneda de metal.

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Pero, ¿cuál es el trasfondo antropológico de esta concepción del dinero? Curiosamente, parece que sólo los que vivimos en la ciudad sufrimos este problema, ya que es entendible que el campesinado viva de lo que produce (siembra, ganadería, extracción de madera, etc.), y debido a que nosotros no producimos lo que consumimos, tenemos que trabajar para conseguir dinero. ¿Y para qué es el dinero? Para comprar alimentos, vestido, tener o rentar una casa, educación y, a veces, derrocharlo en otros gustitos (una que otra peda, una porno, algo que sé que no voy a necesitar o que es exageradamente caro, como un celular).

El problema es, pues, conseguir dinero. Somos esclavos del dinero. Pero, ¿el dinero es para el hombre o el hombre es para el dinero? ¿Puede el dinero dar la felicidad? Este último punto es considerable, y hay que dedicarle unas cuantas frases como éstas:

  • El dinero no da la felicidad, pero se acerca mucho.
  • El dinero no da la felicidad, ¡pero cómo alivia las penas!
Estas frases ilustran la posible objeción al argumento que consiste, precisamente, en que el dinero no da la felicidad, y en lo personal me gusta más la primera.

El dinero contiene una contradicción en sí mismo. Por un lado, mueve al mundo, mueve a la ecnomía global, es motivo de respeto. Por otro, es causa de desesperación, de frustración, es respetado, pero también es temido (la palabra "crisis" ilustra esto último), hombres se suicidan por dinero, es fuente de preocupación, pero, sobre todo, de trabajo.

Entonces, ¿cómo abarcar este problema? La única respuesta posible (y digna) es el trabajo (para desgracia de algunos). Pero, "no os preocupéis". No hay nada más digno que trabajar, en especial si lo que haces te gusta y te da lana como oveja. Recordemos que según nuestro querido Marx la primera condición para el (buen) socialismo es la toma de conciencia del trabajador (o proletario). Así que, no importa el trabajo que uno tenga, así sea el más mísero, pero que sea digno de llamarse "trabajo" (obviamente el robo, el desfalco, la corrupción no están en esta categoría). Y como última recomendación, léanse Corazón: diario de un niño, de Edmundo de Amicis. Tiene una hermosa lección acerca del trabajo.

Pensando en el Principio del Placer

Para esto, quisiera que me ayudara algún psicólogo.

Resulta que estaba leyendo un cierto libro, en el cual todo lo que hacemos está movido por el placer que tenemos hacia eso que hacemos. Y entonces pensé (jaja, como si no tuviera otra cosa qué hacer): ¿es realmente el placer el que guía nuestras acciones?

En este caso, se toma la posición de que lo único que hace posible que hagamos algo es el placer que tenemos por eso. Y de ahí que sea "principio". Esto constituye la fuente de mi objeción.

Creo que más que un principio de placer, existe antes un principio de interés. Y digo "antes" porque para que me atraiga algo, primero me tiene que interesar, incluso si me gusta o no, me atrae. Es algo como la curiosidad. Después de conocida la cosa, me gusta o no me gusta.

Además, el placer puede ser uno de tantos intereses que puede tener el hombre. El punto es que el placer no es el único, aunque sí puede ser el más importante. Pero bueno, tal vez esto demuestre mi posible ignorancia en psicología.

Estudiar filosofía

Cuando tu chava te confesó que te había puesto el cuerno... ¿Te preguntabas si ella era sincera o cínica?

¿Te has preguntado porqué si los humanos tenemos una explicación a cada "porqué", no podemos saber el porqué de nuestra existencia? ¿Qué es existir?

¿El vaso está medio lleno, o medio vacío? ¿Ser o no ser? ¿Me cortaré las rastas? ¿Dios existe?

¿Buscas expresar tu pensamiento, reflexión y razonamiento?

Bien, pues... si has tenido la inquietud de recibir dinero -aunque sea poquito- por pensar todo el día en la inmortalidad del cangrejo, entonces podrías ser un(a) gran candidato(a) para entrarle a la Licenciatura en Filosofía.

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Si te interesa la lectura, el debate, la persuasión y tienes curiosidad por la historia del pensamiento, la literatura y la cultura, puedes encontrarlo en la Licenciatura en filosofía.

Debes ser hábil en el pensamiento lógico-deductivo y contar con capacidad crítica y apertura a nuevas ideas. Requieres también denotables habilidades verbales y pensamiento abstracto.

Si te caracterizas por ser observador y curioso por el mundo y su cultura, eres reflexivo y te preguntas sobre la existencia humana y la trascendencia y has sido una persona sensible que busca expresar sus ideas, puedes estudiar filosofía.

-¿Y qué pasará cuando salga?- Se pregunta tu mamá...

Como egresado de la Licenciatura en Filosofía lograrás una capacidad de reflexión y profundización del desarrollo del hombre; ubicarás las diferentes corrientes filosóficas y a sus representantes; tendrás un conocimiento bibliográfico que permita abordar con competencia los tópicos filosóficos; juzgarás sobre las propuestas ideológicas, aciertos y carencias de la sociedad; de igual manera, desarrollarás un hábito de lectura e investigación documental, con el fin de sustentar las actividades sociales, políticas, económicas, y culturales de la actualidad.

-Sí, pero ya hablando de chamba- pensarás...

El campo de acción del Licenciado en Filosofía incluye campos de Desarrollo Profesional, Asesoría y Educación, Investigación y Docencia, Traducción de obra filosófica y en general, toda actividad que precise de una reflexión fundamental, llámese Administrativa, Organizacional, Económica, Científica, Política o Cultural.

Publicado originalmente por Castillo, R. (2008, del 13 al 26 de octubre). "Estudiar Filosofía". Periódico Dharma. (Año 2, vol. 52). San Luis Potosí: Grupo Editorial Dharma. P. 13.

Opúsculos teológicos

Últimamente me ha dado mucho por pensar en El Absoluto. Me gusta más usar esa palabra a usar la palabra "Dios". No sé; me es más cercana, más simple, más íntima.

A raíz de un retiro de tres días con la VOCCAR (Vocación Carmelitana) mi percepción acerca del Absoluto ha cambiado. Cambia, primeramente, la noción de Dios, precisamente porque, como diría un amigo, la Iglesia te da un concepto de Dios. Siempre lo he pensado así; la religión te da "el paquete" completo: noción de Dios, sentido de la existencia, normas o valores, genealogía del mundo; en fin, te da todo. Y al mismo tiempo, te da nada. El problema consiste en que la religión, como cualquier institución social, es impuesta desde que nacemos. Especialmente aquí en México, donde el 80% de la población pertenece a la Iglesia Católica, aunque no profese.

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En el desarrollo de la persona hay etapas que tienen mucho que ver con la religión. Está la primera etapa, el despertar religioso, en la que la religión impuesta se acepta, se le ve como una espece de "magia", y comienza el cuestionamiento interior. La segunda etapa, el planteamiento interior de problemas, es donde el cuestionamiento se hace más intenso y en esta etapa puede haber dos vertientes, el equilibrio o la rebelión. En el equilibrio, o estabilización interior, es cuando los fundamentos de la religión han sido cuestionados pero aceptados, ya que adquieren un sentido. Cuando el cuestionamiento no ha producido resultados, la persona siente que ha perdido el sentido de la religión, y se aleja de ella. Esto es conocido como rebelión.

Todos pasamos por estas etapas, de alguna u otra manera. El punto es cuestionarse primero qué es la religión, para qué sirve. Religión viene del vocablo latino "religare", volver a unir, re-unir. Es la re-unión del hombre y Dios. Pero, ¿cuándo se separó el hombre de Dios? ¿porqué decimos "la re-unión del hombre y Dios" y no "de Dios y el hombre"? En principio, es la reunión del hombre y Dios puesto que somos imperfectos, limitados. Aquí la ideología gnóstica (Samael Aun Weor) pierde sentido. El gnosticismo pregona la perfección de la persona: "Yo soy Perfecto, Yo soy Inteligente, Yo soy...", no hay mentira más grande. Lo que permite la verdadera conciencia de la persona es saber, primero, que somos imperfectos. La imperfección, la incertidumbre, es lo que nos constituye como seres humanos. Siempre hay que recordar que aún seguimos siendo animales.

Por otra parte, está el Absoluto. Es lo Inalcanzable, lo Ilimitado, la Perfección, lo Omnipresente, lo Omnisciente, Dios. Él es todo lo que no soy yo. Es la Gran Nada de donde venimos y a donde vamos a regresar. Es el Eterno Retorno. Pero también es el Todo, que está en todas partes, aunque no sea todo lo que existe. Está aquí, en este momento, mientras lees estas líneas. Es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el Todo y la Nada; es el Absoluto.

Mi percepción acerca de Dios ha cambiado drásticamente. Lo absurdo es que siempre había tenido una percepción muy limitada de Él. Muy humana, demasiado humana. Pero Él también fue humano. Y sigue siendo humano. Se llamó Yeshúa: Jesús, en la forma castellana. Podemos pensar al Absoluto en la forma de Jesús porque Él, con su voluntad, escogió nuestra imperfección para acercarnos a Él. Él también es Absoluto, en carne y en espirítu. Él lo sabía todo, lo sabe todo. Ésta unión esencial es también conocida como Trinidad. Es la naturaleza trinitaria del Absoluto.

Al tener una posición respecto al Absoluto, generamos nuestra propia religión. Lo que más me atrae de la religión es su naturaleza de retorno: regresamos a Él. No existe el ateísmo, puesto que Dios siempre está presente. Es más comprensible ser a-rreligoso, o a-gnóstico, pero no a-teo. Aunque nosotros no confiemos en Él, Él siempre confía en nosotros.

Nuevo blog

Bueno, empezando el año y empezando nuevo blog. A raíz del blog conjunto http://juventudfilosofica.nireblog.com/, he decidido abrir uno propio, que será más personal. Seguiré publicando trabajos y ensayos, tal y como lo he hecho en el blog anterior, pero incluiré otras cosillas que espero les gusten. Ya saben que espero ansioso sus comentarios, dudas, reclamos, regaños, ofensas, etcétera. Además, está también el chat, para que expresen sus inquietudes.

Muchas gracias por sus visitas y que tengan un feliz y próspero año nuevo.

Alejandro Villaseñor.